La sangre se acumula debajo de tu mano, que se aferra con fuerza a su presa... Tus dientes muerden la boca que antes te buscaba... Lates dentro de tus pantalones, luchando por la libertad necesaria, me inclino, me preparas... Estoy lista... fóllame hasta la palabras...
Tu mano sólo busca el hueco húmedo entre mis piernas... No te importa que estemos rodeados de gente. Mis piernas se abren a tus dedos, que penetran por la rejilla de mis medias llegando a la fina tela de seda. Tu cuerpo emite ese calor que me descontrola. Uno de tus dedos consigue rozar mi clítoris que palpita y se contrae por la caricia y me tiemblan las piernas. Con dos de tus dedos erectos, firmes, penetras con fuerza entrando hasta los nudillos... Grito; la gente se gira y nos mira...

Me sometes, me acometes...
me empujas, me ahogas....
me la metes....
Me llenas el culo, me penetras...
me empujas, me revientas...
me aprietas...
Gritas, grito...
con dos embestidas me llenas...