Palpitas entre mis pechos que te contienen...
y te humedeces entre ellos... empujando hacia arriba...
llevando el deseo al borde de mis labios...
que te esperan abiertos... atentos...
Mi lengua sale en tu busca... y te roza, te moja...
tú te retiras, mordiendo un gemido... que me excita...
Te mueves con maestría entre mis senos erectos...
que te envuelven... que te apresan...
y vuelves a las alturas, en busca de mas saliva...
esta vez, entras... sales... mi boca cobra vida...
No lo sabía, pero el erotismo entra muy bien en las tardes de domingo ;)
ResponderEliminarCaricias para ti también.
Cada vez que paso por aquí veo que te superas, voy a tener que venir provisto de abanico y refresco con mucho hielo, pufff.
ResponderEliminarMgnífica descripción de ese jugueteo erótico, es un buen aperitivo, incluso plato principal o postre. Ah, y hablando de postre, si le ponemos rica nata montada, seguro que todavía está mejor.
Besetes.
NallA, en mi Palacio, el erotismo esta latente todos los días... forma parte del sueño de cada noche...
ResponderEliminarBesos dulces.
La superación del deseo, que cada con tus palabras, alteras querido Intimista... Tus pasos por mi Palacio, dejan aroma dulce, que convierto en caricias...
ResponderEliminarBesos mordidos...