Sumisa y entregada a las ganas... Sintiendo la necesidad de dejarme profanar, de entregarte mi cuerpo envuelto en mi alma para que poseas todo lo que soy... Para que conviertas este deseo que me atormenta en una costumbre... Aquí me tienes, sumisa y entregada... ¿cuando vienes?
Por costumbre, cuando el hambre apremia acecho a mi presa... olfateo, rastreo, acorralo y ataco. Desde hace algún tiempo me obsesiona tu presencia, tus miradas tímidas que se posan en mis ojos por unos instantes... Con tu fragilidad estás despertando al animal, preparándose para cazar...

Juramento
Sólo se puede amar de una manera.
(J.M. Fonollosa)


Júrame sexo eterno (eterna cópula,
eterno desvarío, eterna sal).
Lo demás el amor o cualquier otro
sentimiento profundo y trascendente,
se lo das al cabrón de tu marido
o a cualquiera de esos amantes insaciables
que abarrotan las hojas de tu agenda.

(Del libro inédito Rictus del ganador)
La sangre se acumula debajo de tu mano, que se aferra con fuerza a su presa... Tus dientes muerden la boca que antes te buscaba... Lates dentro de tus pantalones, luchando por la libertad necesaria, me inclino, me preparas... Estoy lista... fóllame hasta la palabras...
Tu mano sólo busca el hueco húmedo entre mis piernas... No te importa que estemos rodeados de gente. Mis piernas se abren a tus dedos, que penetran por la rejilla de mis medias llegando a la fina tela de seda. Tu cuerpo emite ese calor que me descontrola. Uno de tus dedos consigue rozar mi clítoris que palpita y se contrae por la caricia y me tiemblan las piernas. Con dos de tus dedos erectos, firmes, penetras con fuerza entrando hasta los nudillos... Grito; la gente se gira y nos mira...

Me sometes, me acometes...
me empujas, me ahogas....
me la metes....
Me llenas el culo, me penetras...
me empujas, me revientas...
me aprietas...
Gritas, grito...
con dos embestidas me llenas...

Atada a la cama... con la voluntad sometida
esperando, espectante... deseando tu cercanía.
Vulnerable, sintiendo el frío acero
metido entre mis jugos y mis labios abiertos...
Me fuerzas... haces que me retuerza
moviendo mis caderas a un ritmo orgásmico
mojando el metal... goteando.

Sueños y deseos, entre sábanas de seda...
perlas engalanando la espera... y que vuelvas...
Hoy te necesito creciendo en mi...

Es en tu silencio donde crecen mis ganas de tenerte...
es en tu recuerdo donde te siento en mi.
Es tu presencia húmeda entrando y saliendo...
es tu dureza firme la que me hace sentir.
Es tu aliento empujado en mi ombligo...
es tu boca que rodea mi pezón con delirio.
Eres tú... esta noche el que duerme conmigo.

Hoy tu boca y tu lengua han recorrido ese camino...
el mismo que no tiene retorno y que se pierde
entre mis pezones erectos y mi clítoris...
Tu cabeza buscando espacio entre mis piernas
tus dedos anhelantes de hueco húmedo...
jadeos constantes, suspiros y mis dedos perdidos en tu pelo...
El calor, los espasmos conducidos a buscarte...
a necesitar tenerte erecto en mi boca anhelante,
y como final... tu cuerpo empujando detrás...
Abriendo, empujando... llenando del cálido líquido regalado...

Hoy tengo deseos oscuros, hasta de morder tu alma...
clavar mis afilados dientes... hoy no te salvas...

Hoy tu presencia me desnuda, en el juego del deseo de ser poseída...
con tu aliento cálido sobre mis nalgas abiertas,
dispuesta a ser profanada por tu lengua experta...
Dos mujeres con ganas, ... hambrientas.

Esta noche me viste un collar de perlas...
recorriendo mi pecho, mi cintura... mis caderas...

Atada, esperando el momento...
el alma y el cuerpo preparados...
Los cinco sentidos alertas a tus movimientos...
tu aliento cálido en mi oído...

-Esta noche la vas a recordar el resto de tu vida...-

Tu susurro me llena de electricidad las venas...
que alteran mi piel con el vello en guardia...
Se tensan las cuerdas... me abres...
empieza la batalla...

Sentí tus manos que me acariciaban toda
y me fui sumiendo en deseos locos
hasta entregarte todo mi cuerpo
mis sentidos y mi alma.

Sentí tus labios que me besaban toda
y me fui entregando
hasta caer rendida en el arte del amor.

Sentí como entrabas
lentamente en mi cuerpo ardiente
buscando el éxtasis
de un orgasmo completo.

Y... fui tuya... tuya por completo
y vimos el amanecer
que nos sorprendió amándonos
hasta caer rendidos
llenos de sudor y sexo.

Sentí tu deseo que me embriagaba toda
fui tuya y tu mío
y así... nos quedaremos
hasta que pasen los años
y recordemos siempre
este aroma a sudor y sexo...

Esta noche tu lengua estará al servicio de mi placer...


Inclino mi voluntad ante la fuerza que emana de tu ser...
y te espero cada anochecer, envuelta con mi piel en guardia...
esperando, deseando la presencia que me ata...
esa que me mantiene ligada a tu alma...
¿Te apetece una copa vino?

Mi boca te la servirá...
Quiero recorrer cada centímetro de tu piel con mi lengua...
saborear cada pliegue, cada rincón, cada curva...
Que mi boca sácie el hambre de tu esencia...
que mi saliba cálida te cosa un traje de humedad...
Hoy estoy dispuesta a someterme a tu voluntad...
Hoy es día de juegos prohibidos...
de coitos interrumpidos...
Esos que te llevan al borde del avismo...
y te mantienen con las ganas encendidas...

Eres el maestro del hedonismo...

Buscando mi placer como fin supremo... me masturbas con tus dedos...
y cuando ya me tienes... me retienes... cesan tus movimientos...
Mi cuerpo pierde tensión... se aflojan mis pechos...
Muerdo mi labio, ahogando un suspiro que se detiene...
Sigue... sigue... que ya viene...

Estoy preparada para que tu mano entre...
y con decisión empujas, tres, cuatro... la mano entera...
Mi espalda se arquea, mis manos se aferran...
no respiro... la sangre bombea...
Un grito... un grito... un grito...
¡Córrete perra!

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.

Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
(Mario Benedetti)

Déjame soñarte, mientras las vibraciones alteran mi punto G...
deja que pellizque mis pezones, recordando tus dientes la última vez...
Deja que mi cuerpo convulsione... se deshaga en pulsaciones... erice mi piel...
déjame el momento de un orgasmo con mi juguete del placer...
Palpitas entre mis pechos que te contienen...
y te humedeces entre ellos... empujando hacia arriba...
llevando el deseo al borde de mis labios...
que te esperan abiertos... atentos...
Mi lengua sale en tu busca... y te roza, te moja...
tú te retiras, mordiendo un gemido... que me excita...
Te mueves con maestría entre mis senos erectos...
que te envuelven... que te apresan...
y vuelves a las alturas, en busca de mas saliva...
esta vez, entras... sales... mi boca cobra vida...
Hoy todos mis sentidos viven pendientes de tu lengua...
que me busca... que me penetra...
Mi cuerpo se mantiene entra la pared y tu boca... que se abre paso entre mis piernas...
y me deboras... Con los labios rodeas,... succionas,... aprietas...
Y tu lengua me perfora... órgano que cobra vida para llevarme al éxtasis...
me controlas... me provocas... y juegas sin dejar que me corra...
Estás seguro de que mi cuerpo es tuyo...
Maldita necesidad que hace que me cuestione,
si alguna vez dejó de serlo...
                                                             La tentación vive arriba...

Hoy me preparo para tí... Buscando la escena para nuestro próximo encuentro...
Sé lo que te gusta,... un buen vino,... una cena,...
Y luego, mi cuerpo servido en bandeja...

Quizás es la costumbre de conseguir todo lo que quiero...
que doy siempre por sentado que eres mio... que te tengo...
Que tu sabor me pertenece, que tu sabor me provoca el hambre...
Y que eres tú mi deseo...


Tus ojos se posan en los mios con las ordenes bordadas...
y mi cuerpo tiembla, mis manos nerviosas te rozan...
Mis rodillas tocan el suelo, inclinada ante tus deseos...
sé lo que quieres... sé lo que yo espero...
Con tus dedos rodeas mi cuello,... haces un moño con mi pelo...
y acercas mi boca a la carne erecta... ordenando que use mi lengua antenta...
Con la punta recojo obediente tu esencia...
y la retengo en el aire, como hilo salado que nos une... estoy habrienta...


Tu olor sigue vistiendo mi almohada...
de detalles y momentos que me hacen sonreír...
Tus manos recorriendo la costura entre mi piel y la tela...
desabrochando mi sujetador con cautela...
Mi boca te aprieta...
hoy sabes que estoy hambrienta...

Agotando las últimas excusas para no sucumbir...
al deleite de tenerte tatuado en mi piel a fuego.
Entras seguro de ti mismo, sonríes y clavas tu mirada en mis ojos...
que se mantienen alertas a tus señales, tus directrices.
¿Sabes que volverás a ser mía, verdad?
Mis labios tiemblan por un momento... me observas...
Si,... lo se... Volveré a ser tuya, otra vez...
Tengo otra vez hambre de ti...
En nuestro último encuentro, recuerdo
que me llenabas la boca rozando lo mas profundo de mi...
Que tus manos se aferraban a mi nuca,
forzando los movimientos, obligándome a seguir...
Sabes que me gusta dedicarme hasta sucumbir...
Y ahora aún siento esa humedad que me altera...
al recordar tu lengua que me llena.
Tu cara de deseo entre mis piernas abiertas,
y tus dedos que me penetran...
!Córrete para mi, antes de que te la meta!
Mis cinco sentidos te desean...
mi cuerpo arde esperando la entrega,... te acercas.
Tus caderas se abren camino entre mis piernas
y de una embestida entras... un grito de perra.


El frío endurece esta noche mis pezones...
y el calor que emana de mi cuerpo, lo deshace...
Gotas de agua que se desprenden de mi pecho erecto,
para recorrer mis costillas y llenar el hueco de mi ombligo...
Copa rebosante de líquido palpitante...
Tu lengua se acerca al borde del abismo,
y bebes relamiendo el río que nace de mis gemidos...


Mi mano nota la humedad que hoy me has hecho sentir...
mis dedos recorren esos mismos labios que se vuelven a abrir...
Resbalo hacia adentro, presionando el punto medio...
tu recuerdo me hace gemir... tus palabras volver a hervir...
Mi mano acelera el ritmo, dos,... tres dedos creando gritos...
mis pezones alertas... mi culo se aprieta... mis piernas se abren...
y el líquido que cálido que emerge erizando las ganas...
sábanas mojadas...

Tu cabeza entre mis piernas, dando calor con tu lengua...
que me abre,... me penetra,... me acaricia,...
con delicados movimientos, con rápidas sacudidas...

Buscas algo duro que te espera, el punto exacto donde tienes mi entrega...
y lo recorres,... lo rodeas,... lo succionas,...
el ritmo aceleras, al compás de mis gemidos...

Mi cuerpo se arquea, mis pezones te esperan...
tus dedos pellizcan,... rozan,... alteran,...
mis jugos inundan tu boca, tu nombre en un grito de loca...
Espero callada... atenta a tu llegada...
pasos en la entrada y tu presencia que me ata...

Los nervios en mi boca... mis sentidos se dilatan...
la humedad entre mis piernas me delata...

Un suave dedo que recorre mi espalda...
bajando hacia las curvas de mis nalgas...

Abres,... acaricias,... atacas,...
y penetras en mis entrañas...

Hoy me apetece un concierto de chelo...