(Extracto de relato: Una llamada telefónica)

Hace ya algunos días que nos conocemos y ya son muchas las ganas de vernos en persona y dar rienda suelta a nuestra necesidad. Hoy, no es un buen día en el trabajo, todo está saliendo mal y nuestra última conversación sigue metida en mi cabeza, con retazos calientes que no me dejan pensar. En mi mente se proyectan las imágenes de tu enorme polla en la pantalla del ordenador, tus huevos perfectos y tu mano sacudiéndola. No puedo pensar, ni centrarme, sólo sentir y desear. Son cerca ya, de las doce del medio día, cuando mi móvil me da el respiro que necesito.

— Hola guapísima, ¿Cómo va la mañana?— Tu voz me provoca una sonrisa.
— Buf, con muchísimo trabajo, la verdad. Pero me apetecía oír tu voz.
— ¿Ah si?... ¿Sólo te apetece eso?
— Hummmm… sabes que no. Además hoy no puedo quitarme de la cabeza nuestra sesión del otro día.
— Yo tampoco, fue muy bueno. Tú eres muy buena.
— Gracias… tú tampoco lo haces nada mal. Además, sabes que decir en todo momento. Eso me gusta.
— ¿Dónde estás ahora?
— En el despacho, acompañada de un volumen importante de papeles.
— Hummm… que casualidad. Yo también estoy acompañado de un volumen importante,… pero de carne.

6 comentarios:

  1. ¿Un volumen de carne viva o muerta? ¿Propia o ajena? ¿Recta o torcida? Vaya. He leído "La séptima ola" y me gustó esa descripción de unas relaciones tan pasionales a través de chats/correos, pero tus relatos son mucho más explosivos, sí, creo que esa es la mejor palabra.

    ResponderEliminar
  2. ME QUEDÉ CON GANAS DE MÁS....
    GASCINANTE LECTURA.

    SALUDOS Y FELIZ FIN DE SEMANA!!!

    ResponderEliminar
  3. Intimista, me alegra saber que mis letras te resultan explosivas... me gusta tu compañía.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Lord te invito a que leas mi libro para conocer como termina la historia... Será un placer para mi que lo tengas...

    Feliz semana.

    ResponderEliminar